En este momento estás viendo Osteosarcoma: un futuro prometedor

El osteosarcoma es el tumor maligno primario de hueso más común, con una incidencia máxima en adolescentes y adultos jóvenes que coincide con el brote de crecimiento puberal.

Mejorar la invariabilidad histórica de los resultados de supervivencia ha sido un desafío durante mucho tiempo.

El número limitado de medicamentos que se sabe que son activos en el tratamiento, está promoviendo que se hagan ensayos clínicos para identificar otras terapias eficaces.

La creciente caracterización del perfil molecular ha llevado a una mayor comprensión de la biología del osteosarcoma, revelando subcategorías que podrían permitir un enfoque de medicina de precisión con agentes dirigidos a alteraciones clave en una vía en particular, haciendo que el tratamiento esté a punto de avanzar, abriendo nuevas oportunidades terapéuticas. También, los diseños de los ensayos consideran cada vez más los antecedentes genéticos del tumor a través de la selección de pacientes basado en biomarcadores, enriqueciendo así la actividad clínica.

En la actualidad se sabe que las células de osteosarcoma sobreexpresan una serie de proteínas de superficie que podrían ser de relevancia terapéutica, incluidas B7-H3, GD2 y HER2, que pueden dirigirse mediante terapias blancos de base inmunitaria, incluidos los anticuerpos monoclonales, los conjugados anticuerpo-fármaco y las células T del receptor de antígeno quimérico y que se encuentran en desarrollo clínico activo. Además, la inhibición de los puntos de control inmunológico podría aumentar este último enfoque al ayudar a superar el microambiente tumoral inmunosupresor.

Adicionalmente los genes supresores de tumores suelen estar alterados en esta enfermedad, en particular TP53 (> 90%) y RB1 (30%), sus objetivos moleculares incluyen receptores de tirosina quinasas, CDK4 / 6, Aurora quinasa B y vías de respuesta al daño del ADN.

En conclusión debido a los avances en la comprensión biológica del tumor, el desarrollo de modelos preclínicos sólidos, la viabilidad de pruebas clínicas rápidas y conceptos de tratamientos novedosos, anticipan en un futuro próximo las tan esperadas mejoras en los resultados de los pacientes.