Sobrevivir al cáncer implica una mezcla de sensaciones fuertes, un desafío a la autoconfianza y la aceptación del cambio de vida; una transformación después del proceso de enfermedad.
Puede generar estrés o ansiedad no tener supervisión médica frecuente pero las fortalezas personales se encuentran a la orden del día para creer y hacer vida de persona saludable.
Inquietudes acerca de la sexualidad y la fertilidad, incertidumbre ante el futuro, dudas ante exámenes de rutina, temor a que el cáncer regrese, hipersensibilidad por el sufrimiento de otros o extra – empatía frente al paciente cercano que empieza su tratamiento, consecuencias físicas al tratamiento.
Todos estos son temas a valorar dentro de la llamada “sobrevivencia” al cáncer y necesarios de conversar con un profesional experto en el área.
Pueden darse cambios en las relaciones personales, algunas personas a causa de la enfermedad y el proceso de tratamiento se acercan, otros se alejan, los familiares pueden volverse sobreprotectores.
Será importante hacer nuevas valoraciones y permitirse la expresión emocional al respecto.
